Publicado: 10 de Febrero de 2016
Los extremos nunca son buenos. No se puede pasar del cero al infinito en un paso. Eso es lo que está ocurriendo con algunos talleres oficiales en referencia a la cristalería del automóvil.
Estos talleres han pasado de denigrar la reparación de lunas al considerarla imprescindible para ganarse la confianza de las compañías de seguros.
Sin embargo, el paso en algunos casos muestra equivocaciones de enorme tamaño, como ocurre con el concesionario Skoda Cartuja Motor, con taller en Huelva y Sevilla, ya que para ganar clientes en reparación de lunas aseguran que “tras la reparación de un impacto o una fisura, el parabrisas vuelve a ser tan resistente como antes”.
Esta afirmación es falsa, ya que está probado científicamente que tras una reparación no se consigue la misma resistencia y es posible que se mantenga en un máximo de 90-95% respecto a la instalación original del parabrisas.
Para que la reparación de parabrisas sea un servicio cada vez más profesional se debe ofrecer al cliente una información veraz y rigurosa. Como reconoce José Manuel Llano, campeón mundial de reparación de lunas, “Muchas veces no es sólo el hecho de hacer una buena reparación, hay mucho más. Hay que concienciar de que es necesario, que es más ecológico, seguro y económico. Un buen reparador debe ser un buen comunicador de su tarea”.